Según un funcionario estadounidense, el líder norcoreano podría viajar a Rusia pronto para reunirse con el presidente Putin mientras el Kremlin trata de adquirir equipo militar para su uso en su guerra en Ucrania.
La última vez que se vieron fue en 2019, pero Vladimir Putin y Kim Jong-un podrían reunirse antes de lo que pensamos.
Según dijo un funcionario estadounidense el lunes, el líder norcoreano podría viajar a Rusia pronto para reunirse con el presidente Putin mientras el Kremlin trata de adquirir equipo militar para su uso en su guerra en Ucrania.
El funcionario dijo que Estados Unidosno está seguro exactamente dónde o cuándo tendría lugar la reunión, pero la ciudad portuaria del Pacífico de Vladivostok sería una posibilidad probable dada su relativa proximidad a Corea del Norte, y que Kim podría hacer el viaje en el plazo de un mes.
A Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso, se le pidió que confirmara los rumores sobre un encuentro entre ambos líderes con motivo del Foro Económico Oriental, y se limitó a contestar: “No, no tenemos nada que decir al respecto”.
Parece ser que las negociaciones están en marcha. Según la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE. UU., Adrienne Watson, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, viajó recientemente a Piongyange intentó convencer a Corea del Norte de que vendiera munición de artillería a Rusia; a cambio, según los expertos, es probable que Kim quiera envíos de alimentos y energía y apoyo militar, como transferencias de sofisticadas tecnologías armamentísticas.
“Sabemos que Rusia mantiene relaciones comerciales con Corea del Norte, y sin duda Corea del Norte es un asunto espinoso para la seguridad regional en el noreste de Asia y para Estados Unidos y sus aliados. Y ahí es donde Rusia realmente quiere apuntalar a Corea del Norte para crear más problemas a Estados Unidos”, dijo el analista político del Carnegie Moscow Center, Alexander Gabuev.
Los dos países están considerando incluso celebrar sus primeras maniobras militares de la historia.
De hecho, Rusia trata de sofocar la contraofensiva ucraniana mientras Corea del Norte prolonga un ritmo récord de pruebas de misiles en protesta por las medidas de Estados Unidos para reforzar sus alianzas militares con Corea del Sur y Japón.