La relación entre Kylian Mbappé y el Paris Saint-Germain alcanzó un nuevo punto de ruptura, con el delantero dispuesto a cumplir la última temporada de su contrato e irse libre el próximo verano a cualquier destino, mientras que la directiva decidió apartarlo del plantel hasta que acepte marcharse ahora o renovar.
Ambas posturas no se acercan y el atacante quedó fuera de la gira por Asia, además de la convocatoria para el inicio de la Ligue 1, mientras se estuvo practicando con los juveniles y sin formar parte del primer equipo hasta el domingo anterior que se reintegró tras unas conversaciones con la directiva del PSG.
No obstante, con menos de un mes para el cierre de registros en las Ligas europeas, la incógnita está en saber si Mbappé finalmente será traspasado, con Real Madrid, Liverpool o hasta la Liga árabe como opciones o si cumplirá con el acuerdo que rubricó en mayo de 2022 para quedarse en la capital francesa, con el riesgo de no pisar una cancha excepto cuando sea llamado por su selección, hasta la Eurocopa 2024.
Es ahí donde surge la duda sobre si el PSG conservará su postura y será capaz de dejar a su máxima figura sin actividad durante 12 meses, con lo que ello implica, sobre todo en cuestión financiera, porque deberá seguir pagándole su sueldo y comenzar la reconstrucción de la escuadra, ya sin los integrantes del tridente.
Pero si un equipo es capaz de tener apartado a una estrella de este nivel es el campeón de la Ligue 1, que parece vislumbrar un futuro sin él y que no tendría problema en mantener su postura, aún con el riesgo de verlo partir gratis en junio, sin recuperar los 180 millones de euros que le pagó al Mónaco en 2018.
El comienzo del fin de la relación fue precisamente en mayo de 2022, cuando los rumores situaban a Mbappé como el refuerzo estelar del Real Madrid, pero de forma inesperada el goleador anunció su permanencia con el conjunto galo y habló sobre la importancia de trascender a nivel continental con el representante de su ciudad.
El anuncio se dio en el Parc des Princes para ratificar su condición como rostro de la institución, en una nómina que incluía a Lionel Messi y Neymar; poco después se reveló la salida del director deportivo, Leonardo, un movimiento que varios consideraron como uno de los requisitos para la continuidad del seleccionado ‘blue’.
No obstante, la clave está en los detalles: Mbappé firmó hasta 2024; es decir, por dos temporadas, con la opción para el futbolista de ampliarlo por una campaña más al final de la 2022-23, pero tras un nuevo fracaso europeo del PSG y sólo una conquista casera como premio de consolación, la idea de Kylian cambió.
Decidió no ejercer esa posibilidad, por lo que al final de la 2023-24 que acaba de comenzar será libre y escogerá su destino, apenas a los 25 años, mientras el Real Madrid está atento porque necesita un referente ante la salida de Karim Benzema a Arabia, aunque podría recibirlo gratis dentro de un año.
Es ahí cuando la directiva parisina, encabezada por el presidente Nasser Al-Khelaifi optó por la presión: o pacta un nuevo contrato para evitar su escape o acepta su venta inmediata, de lo contrario estará apartado del primer equipo, una medida que desde el palco están decididos a llevar hasta las últimas consecuencias.
La incógnita es si el grupo qatarí mantendrá su postura durante toda la temporada, en caso que los registros se cierren y el francés siga en las instalaciones porque más allá de la molestia, su permanencia implicaría seguirle pagando el sueldo.
Eso no parece ser problema para una organización millonaria, que gastó más de 400 millones de euros en un par de contrataciones hace un lustro y que se ahorraría los habituales bonos que incluyen este tipo de documentos, relacionados con partidos disputados, goles marcados, asistencias y presencia en Champions, que Mbappé no cumpliría.
El PSG tiene experiencia en este tipo de casos con figuras condenadas al ostracismo, el más reciente fue el del arquero Keylor Navas, quien no apareció en ningún duelo de Ligue 1 o Champions en la primera parte de la 2022-23, antes de irse cedido al Nottingham Forest inglés para el cierre de la campaña.
La directiva también podría evitar la presión de los aficionados para forzar su inclusión en el cuadro, sobre todo si cuenta con dos factores: que el proyecto de Luis Enrique funcione desde el inicio, lo que haga olvidarse de la estrella y el hecho que Mbappé quiera irse del club, lo que no es bien visto entre los seguidores, que lo idolatraban por encima de Neymar o Messi.
Ese primer aspecto será el decisivo para el conjunto galo, que ha modificado el plan, del tridente hacia una reconstrucción desde el banquillo con el ibérico, quien regresa a un club por primera vez después de los éxitos con el Barcelona y de una etapa de altibajos en la selección española, de la mano de casi una decena de refuerzos.
El técnico ha quedado entre ambas partes, al tener que aceptar la decisión de la directiva y prescindir de uno de los mejores del planeta, aunque antes de su debut oficial se manifestó por la posibilidad de un arreglo.
“Es un tema que ya sucedió en el pasado (renovación de Mbappé), que se resolvió de manera positiva entre el club y el jugador, antes que yo estuviera. Espero y deseo que lleguen a un acuerdo. Como dijo el presidente, el club está por encima de futbolistas, entrenadores o directores deportivos y lo comparto al cien por ciento”, señalo en conferencia de prensa.
En el aspecto de cancha, el asturiano prefiere el sistema de 4-3-3, por lo que Mbappé podría jugar como referente en punta o como extremo izquierdo, aunque en caso de no contar con Kylian tiene otros nombres para el esquema, gracias a los fichajes realizados en los últimos días.
En principio, el centro delantero será el portugués Goncalo Ramos, recién llegado de Benfica, luego de lucir en el Mundial de Qatar, mientras que por las bandas el estratega maneja opciones, como el español Marco Asensio, el coreano Kang-in Lee, además de la integración de Ousmane Dembélé desde el Barcelona.
Incluso, la prensa europea no descarta el aterrizaje del atacante francés Randal Kolo Muani, del Eintracht Frankfurt alemán, por lo que la directiva también presionaría de esa forma a Mbappé, que a pesar de su calidad sería prescindible en el once inicial de un técnico que no tiene problema en descartar a grandes figuras, como lo hizo en la Copa del Mundo, con una convocatoria juvenil.
La posibilidad de dejar a Kylian sin actividad durante una temporada completa afectaría directamente el rendimiento del futbolista, quien, a pesar de mantenerse en forma en los entrenamientos no tendría ritmo de juego, excepto por los partidos de su selección, con la Euro 2024 en el horizonte.
Esa falta de nivel competitivo sería un factor para considerar para el delantero, que llegaría al torneo de selecciones del Viejo Continente sin encuentros en su espalda e incluso a su nuevo destino tras una campaña en blanco, justo cuando está en el mejor momento de su carrera, a los 24 años y luego de ser una de las estrellas en Qatar.
Mbappé ya conoce a la directiva del PSG y sabe que es capaz de seguir pagándole su sueldo, aún sin ponerlo en la cancha para reafirmar su postura y comenzar una nueva época de la mano de Luis Enrique, ya sin el tridente, que no pudo alcanzar la gloria europea; mientras tanto, los días pasan no sólo para el equipo, sino para el jugador.