Opinión de Gabriela García
Debido a que han aumentado los problemas que padece la humanidad y que trastocan también la vida de los mexicanos, hoy la idea de luchar por un mundo mejor se vuelve impostergable. Los antorchistas, a diferencia de los políticos del partido de la transformación, hemos sostenido que la causa principal del sufrimiento de las clases populares es la injusta distribución de la riqueza social que generan los trabajadores con su labor en las fábricas y en el campo, pero a cambio de ello reciben un salario miserable que no les permite comprar ni siquiera la comida del día.
La situación aumenta el sufrimiento de los más pobres, pero como la riqueza social es una sola, es decir, la producida por todos los mexicanos y que va a parar a los bolsillos de los patrones lo que ocasiona que sus fortunas hayan crecido en el gobierno de Morena que no ha tenido nunca la intención de cambiar.
Esto es así porque Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pertenece a la misma clase burguesa que gobernó en los tiempos pasados hoy convertido en digno representante de otro sector que se decía inconforme con la manera de conducir al país. Para llegar al poder López Obrador inventó el discurso de acabar con la corrupción para poner en el centro de las grandes decisiones los intereses de los pobres de México, pero ahora sabemos que fue solo un engaño.
Sin embargo como el sistema político mexicano necesitaba caras nuevas y oxigenación, los magnates le dieron la oportunidad al de la transformación que hasta el momento le aguantan todos sus excesos y bravuconadas porque les sirve, les cuida bien sus intereses y más aún, les apoya para que sus negocios crezcan, como él mismo lo dejó en claro hace unos días.
La prensa dio a conocer esto, destacando que empresarios como Carlos Slim o Ricardo Salinas Pliego multiplicaron sus riquezas al amparo de la 4t, administración que los ha beneficiado con la asignación directa de contratos jugosos para desarrollar obras y servicios, con lo que no hay duda, ellos son los consentidos del presidente.
El informe World Inequality Report 2022 (Informe de Desigualdad Mundial 2022) detalla que “en México, el 10 por ciento de la población más rica gana 30 veces más que el 50 por ciento del grupo más pobre. Este grupo de mayor riqueza concentra el 57% de los ingresos totales en el país, mientras que la mitad de los más pobres poseen solo el 9 por ciento” (animal político/2021/12).
Forbes indica que de los 10 multimillonarios mexicanos, ocho aumentaron en 28 por ciento sus fortunas en el año 2021, y “en 2020 las 36 principales fortunas del país sumaron 171 mil 490 millones de dólares, un 20 por ciento promedio más que en el 2019”.
Los antorchistas siempre hemos sostenido que el principal problema de México es la creciente desigualdad y no la corrupción como lo dice AMLO, la solución por tanto, consiste en el reparto más equitativo de la renta nacional mediante una reforma fiscal progresiva, esto es que el estado cobre impuestos mayores a las fortunas más grandes y cobre menos, o nada, a las clases trabajadoras.
Además el gobierno debe garantizar empleo y salario digno para todos los mexicanos y aplicar una reorientación del gasto social, invirtiendo tanto en obra pública como servicios básicos para los pobres y marginados de México, porque hasta ahora no se ve el bienestar prometido aunque sea parte de la retórica gubernamental de la 4t por lo que es impostergable la lucha organizada por un mundo mejor.
