El gobernador David Monreal Ávila develó la placa e inauguró el Cristo de la Paz que, con 33 metros, se convierte en el más alto de México y uno de los más grandes del mundo, con lo que será una representación de la fe y un gran atractivo turístico.
Hizo un reconocimiento al escultor Miguel Romo Santini y a su hija Sofía, por el talento y el tesón que tienen como artistas, expresando que “no pudo haber lugar más espléndido que éste, para postrar al Cristo de la Paz”.
Se comprometió a duplicar los recursos para embellecer todo el entorno, por cada peso que ponga el alcalde, se pondrá uno más para que, antes de que concluya el mandato, el pueblo de Tabasco, el de Zacatecas y de México puedan disfrutar de este proyecto turístico-religioso.
Además, esta escultura podría considerarse como el tercero más grande en Latinoamérica, ya que el Cristo de La Concordia (40 metros) está ubicado en Cochabamba, Bolivia; seguido del afamado Cristo Redentor (38 metros), ubicado en Brasil.
La primera etapa entregada ha consistido en la escultura del Cristo de la Paz, pero falta la explanada, el entorno, las escalinatas, el acceso y muchas acciones más.
El Cristo de la Paz es el más grande de México, su construcción se llevó más de 2 años y se encuentra en la explanada del Cerrito de la Fe y la Religión.
La obra es de acero, tiene una malla espuma de poliuretano, con capas de polímero epóxico, resistente a cualquier temperatura y movimiento, además de tejido con resina de vidrio con yerco.
La inversión realizada por el gobierno estatal, municipal, aportes de habitantes del municipio y migrantes, fue cercana a los 30 millones de pesos; cuenta con una escalera interna y 4 descansos planeados como sala de reflexión y miradores.
El presidente municipal de Tabasco, Gilberto Martínez Robles, indicó que se tiene la esperanza de que Tabasco detone y aproveche todo su potencial para convertirse en uno de los principales destinos turísticos de la entidad.
Destacó que los escultores, en un acto de solidaridad con el pueblo, decidieron continuar con el trabajo y lo hicieron durante casi un año, sin recibir el dinero que se les debía.
David Monreal dio su palabra de que contribuirá para la conclusión del proyecto, por lo que se hizo una aportación extraordinaria por 2.64 millones de pesos del Fondo Municipalista.
Estuvieron el alcalde de Guadalupe, Julio César Chávez; de Jalpa, Noé Guadalupe Esparza; de Juchipila, María del Rocío Moreno; el diputado Armando Delgadillo Ruvalcaba; el Cura de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, Luis Manuel Luévano Díaz, entre otros.