La Comisión Europea concede la autorización a Francia para la inyección estatal de 4000 millones de euros a Air France; a cambio, la aerolínea deberá asumir una serie de compromisos de compensación.
El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, ha anunciado un acuerdo entre el gobierno y Air France para recapitalizar la compañía aérea con una inyección de 4000 millones, y rescatarla así de la crisis generada por la pandemia del coronavirus. El acuerdo ha obtenido ya el visto bueno y la necesaria autorización de la Comisión Europea.
El Estado francés se convertirá así en el primer accionista de la aerolínea, con casi el 30% de la participación. La ayuda se dividirá en 3000 millones en un préstamo a 4 años, tras los cuales podrán transformarse en participación del Estado en la empresa, y en otros casi 1000 millones en compra directa de acciones.
Según Le Maire, el acuerdo “es bueno para Air France y para los franceses” y supone “una muestra de confianza en la compañía a largo plazo” por su carácter “estratégico”. Así lo ha explicado también la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario responsable de Competencia, Margrethe Vestager, cuyo equipo ha concluído en su informe que la recapitalización de Air France “contribuirá a gestionar el impacto económico de la pandemia de coronavirus” en el país y tiene el objetivo de “restaurar el balance y la liquidez” de la sociedad aérea en medio de una “situación excepcional”.
Le Maire ha recalcado que la intervención estatal “no es un cheque en blanco”, y ha detallado las condiciones con las que deberá cumplir Air France a cambio. Por una parte la aerolínea deberá liberar franjas horarias en el “saturado” aeropuerto de París-Orly, de forma que se dé la oportunidad a otras compañías aéreas para “expandir sus actividades” y se asegure de esta forma “unos precios justos y una mayor libertad de elección de los consumidores europeos”.
Por otra parte, Le Maire ha indicado que apoyan el plan social que la dirección negocia con los sindicatos del grupo, lo cual no excluye a la compañía de la responsabilidad de seguir tomando decisiones para mejorar la rentabilidad de la empresa.
De igual modo el Gobierno también exigirá mejoras medioambientales para “convertir a Air France en la compañía más respetuosa con el planeta”. Para ello, la compañía deberá “reducir a la mitad las emisiones por pasajero antes de 2030, utilizar carburantes verdes, suprimir líneas cuando hay una alternativa por tren a menos de dos horas y media y renovar su flota para tener aviones que consuman menos combustible fósil”.
El plan se ha hecho en concertación con Holanda, cuya aerolínea KLM está asociada a Air France, pero se mantiene al margen de las ayudas, indicó Le Maire.
