Almita cumplió 40 años como secretaria de la Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho
- El Gobernador David Monreal Ávila le entregó un reconocimiento por su trayectoria laboral
- Poco antes de cumplir 20 años de edad, Almita recibió la oportunidad de entrar a trabajar como servidora pública a esta institución normalista
- Con cuatro décadas en el servicio público, reconoce que gracias a su trabajo pudo llevar el sustento a sus hijos y salir adelante
Zacatecas, Zac., 02 de noviembre 2022.- Alma Rocío Sánchez Aguirre, mejor conocida como Almita entre sus jefes, exjefes, compañeros y alumnos, cumplió 40 años de servicio como secretaria en la Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho (BENMAC).
Por sus años de entrega y dedicación en el fortalecimiento a la educación, el Gobernador David Monreal Ávila reconoció a esta mujer de 60 años por servir a esta institución normalista.
El mandatario estatal se dijo convencido de que la labor que realizan los servidores públicos desde la educación, como lo ha hecho Almita durante 40 años, contribuye de manera determinante en el mejoramiento de la calidad educativa y, por tanto, en la reconstrucción del tejido social.
Su llegada a Zacatecas
Recuerda con precisión que, el primer día que puso un pie en la Benemérita Escuela Normal, fue el primero de octubre de 1982. Desde aquel momento no se ha separado ni un solo día de la institución que la ha visto crecer como persona y como profesional.
Almita es originaria de la Ciudad de México, pero su madre es zacatecana y aunque venía a visitar a sus abuelos y a sus tíos, nunca imaginó que en algún momento de su destino era hacer vida en Zacatecas.
Aquel 1982, ya siendo mayor de edad, había venido a pasar un tiempo con sus abuelos. En su estancia se enteró que existía una buena oportunidad de trabajo y decidió tomarla, pues tenía experiencia laboral.
Se preparó muy joven
Mientras Almita estaba estudiando la secundaria, asistía por las tardes a la Academia de secretariado, donde estudió una carrera de dos años en taquimecanografía.
En esta escuela aprendió a usar perfectamente la máquina de escribir y el mimeógrafo, objetos que han sido sustituidos por las computadoras, fotocopiadoras e impresoras.
Desde aquellos años, aprendió además lealtad y secrecía, cualidades que, hasta la fecha, la hacen ser una secretaria cien por ciento confiable para quienes trabajan con ella.
Testigo de los cambios en la BENMAC
Desde un escritorio, su fiel compañero por 40 años de servicio, relata que en su trayectoria le ha tocado presenciar los múltiples cambios que ha sufrido la BENMAC, pues cuando ella llegó sólo existían la Licenciatura en Educación Primaria y Trabajo Social, pero al día de hoy ésta es una de las escuelas normales más completas y con mayor oferta educativa para los jóvenes.
Para Almita, estas cuatro décadas han sido una de las experiencias más bonitas que ha tenido en su vida, pues ha conocido a muchos directivos, a muchos maestros y alumnos, quienes han dejado maravillosas experiencias en su vida.
La vida me dio la oportunidad de llegar aquí y tuve la dicha de empaparme de nuevos conocimientos que me regalaron al principio y me sigue regalando la gente nueva que llega a la institución, expresa.
Durante todo este tiempo, esta mujer se ha caracterizado por ser una de las trabajadoras que más temprano llega a cumplir con su deber y, a menudo, es una de las últimas en retirarse a casa.
Cuando estudié en la academia de secretariado me enseñaron que hay horario de entrada, pero no de salida, que uno depende de la agenda de su jefe y que nuestro centro de trabajo se convierte en una segunda casa, relata con sencillez.
Hasta el día de hoy, Almita es la trabajadora que cuenta con la mayor trayectoria como servidora pública entre todos sus compañeros de la BENMAC.
Su mayor anhelo: pasar tiempo con su familia
Por una parte, Almita se siente orgullosa de haber entregado tantos años al servicio público, pero también piensa que ya es tiempo de retirarse y dejar su espacio a gente joven con nuevas ideas y nuevas formas de trabajar.
Tiene, además, el anhelo de pasar tiempo con sus hijos Pablo, Adán y Misael y sus cuatro pequeños nietos.
Quiero disfrutar cosas que antes no pude hacer, sobre todo de mi familia, confiesa con ilusión en sus ojos.
No obstante, agradece la oportunidad que tuvo de llegar a este lugar que le ha regalado grandes experiencias y que le permitió sacar adelante a sus hijos, además de haber sido para ella, la vía que le permitió crecer personal y profesionalmente.