Randy Arozarena es el deportista sensación en México. El jugador ayudó para que la selección mexicana de béisbol hiciera historia en el Clásico Mundial de Béisbol 2023. La novena, dirigida por Benjamín Gil, cayó ante su similar de Japón en la semifinal del torneo por 5-6. Ahora los nipones enfrentarán a los Estados Unidos en la final para hacerse del título mundial.
Y es que Arozarena se ha llevado la mayoría de los reflectores. Su actuación durante el campeonato destacó y se ha ganado el corazón de los mexicanos. En los cuartos de final y semifinal fue determinante para que México pudiera vencer a Puerto Rico y estuviera muy cerca de derrotar a Japón en la semifinal. En el torneo, fue el bateador que más carreras impulsó para México con nueve oportunidades.
Randy Arozarena nació en Cuba en 1995. Ante la falta de oportunidades laborales y económicas, a los 20 años de edad abandonó la isla caribeña y se subió en una lancha con dirección a México. En 2015 llegó a Isla Mujeres, México.
Posteriormente se trasladó a Mérida, donde retomó el deporte que le cambió la vida, pues tuvo un breve paso en la liga cubana de béisbol en 2013. Luego de eso, los Toros de Tijuana de la Liga Mexicana de Beisbol lo ficharon en 2016. No duró mucho, pues los Mayos de Navojoa de la Liga Mexicana del Pacífico se hicieron de sus servicios.
Fue hasta 2020 que las Grandes Ligas se fijaron en él. De ese modo, los Cardenales de San Luis lo llevaron a la ‘Gran Carpa’. Con San Luis duró poco, ya que los Rays de Tampa Bay apostaron por el jugador y su carrera comenzó a elevarse.
Su contrato sirvió para que pudiera mantener a su madre y hermanos, que vivían en Mérida, Yucatán. Además de eso, Arozarena tuvo una hija nacida en México, lo cual sirvió para que el pelotero aumentara su cariño por el país que lo recibió.
En 2021, el beisbolista pidió a Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, que se le diera la nacionalidad mexicana y poder jugar en el representativo del país en el Mundial de Béisbol de 2023. “Que le digan al Presidente que me dé la nacionalidad; quiero representar a México. Que le manden mensajes al Presidente para que me dé la nacionalidad” dijo. Un año después, el pelotero celebró y presumió que su nacionalidad ya era mexicana, por lo que podría jugar con México y el resto es historia para contar.
México hace historia en el Clásico Mundial de Béisbol
A pesar de la caída a un paso de la gran final, el conjunto mexicano ya ha hecho historia en el llamado ‘Rey de los deportes’. Cabe recalcar que México nunca antes había llegado a una estancia similar. El sueño mexicano comenzó con derrota ante Colombia en la primera ronda, donde compartió sector y pudo vencer, históricamente, a Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá.
De ese modo, México calificó a los cuartos de final como primero del Grupo C, donde posteriormente se vio las caras ante Puerto Rico. Frente a los boricuas, Julio Urías, pitcher mexicano que milita en Los Dodgers de los Ángeles, permitió cuatro carreras en la primera entrada. Por lo que desde muy temprano México se encontró por debajo 4-0.
Tras la desventaja, Isaac Paredes comenzó lo que a la postre sería una remontada agónica. Un jonrón del beisbolista de los Tampa Bay Rays puso la primera carrera para México. Luego de eso, Alex Verdugo conectó un imparable que significó la segunda carrera mexicana. En la fatídica séptima entrada, México remontó el marcador para dejarlo 5-4 con carreras de Randy Arozarena, Alek Thomas y Austin Barnes. Al final, la novena mexicana avanzó a la semifinal.
Ya en semifinales, Estados Unidos venció a Cuba 14-2, por lo que esperaba el rival que saliera victorioso entre Japón y México. En la otra semifinal, los mexicanos iniciaron con el pie derecho ante los asiáticos. Con dos hombres en las bases, Luis Urías conectó un jonrón y México se puso en ventaja 3-0.
En contraparte, Patrick Sandoval tomó los controles como pitcher abridor del partido. En la quinta baja, Japón parecía descontar el marcador tras un batazo de Kazuma Okamoto; pero Randy Arozarena no permitió que la pelota abandonara el diamante, por lo que Japón se mantuvo en ceros. Una entrada después, el jugador mexicano volvía a aparecer atrapando una bola por el jardín izquierdo para hacer el tercer out de la sexta entrada, convirtiéndose así en factor del partido.
Fue hasta la fatídica séptima entrada que Japón empató el encuentro a tres carreras. Luego de eso, en la octava alta, Arozarena puso un hit con el que llegó hasta segunda base. Por su parte, Verdugo concretó un imparable con el que el marcador se puso 4 a 3. Posteriormente, Paredes hizo un batazo que puso la pelota por jardín izquierdo con el que entró la quinta carrera para México.
Quien se mantuvo expectante y ansioso por conectar fue Shohei Ohtani, estrella del equipo nipón. El japonés fue figura del encuentro y colaboró para que Japón remontara de a poco el partido. En la última entrada, Munetaka Murakami bateó hacia jardín central y significó la voltereta japonesa para dejar el duelo 6 a 5 final. México se regresaba a casa con una histórica participación en el Clásico Mundial de Béisbol.
